En torno a la mitad de los españoles que viajaron a América eran andaluces y llevaron consigo rasgos lingüísticos autóctonos
El IX CILE de Cádiz profundiza en los contactos del español con otros idiomas en África o América
Cádiz, 30 de marzo de 2023. ‘Rancho’, vivienda rural en la Andalucía de principios del siglo XVI; ‘barbacoa’, conjunto de palos usados por los indígenas para curar la carne; ‘bohío’ -palabra del taíno de la que procede ‘bujío’-, tipo de cabaña muy pequeña usada por los indígenas. Decenas de palabras de ida y vuelta entre Andalucía y América siguen utilizándose a diario a ambos lados del Atlántico, tal y como ha repasado la sevillana María José Rincón, miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, en la última jornada del IX Congreso Internacional de la Lengua.
En torno a la mitad de los españoles que viajaron a América durante el siglo XVI eran andaluces, en especial sevillanos, onubenses y gaditanos, y llevaron consigo rasgos lingüísticos autóctonos como el seseo, según han destacado varios expertos en el panel «La influencia de las hablas andaluzas en el español de América: viajes y tornaviajes atlánticos».
“El andaluz quedó supeditado al estándar europeo, basado en las variedades centro norteñas, mientras las americanas se constituyeron por sí mismas con estándares locales”, ha explicado la divulgadora y profesora de la Universidad de Sevilla Lola Pons. La mesa de diálogo ha estado presidida por el rector de la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona, Rafael Rodríguez-Ponga.
El encuentro ha sido coordinado por Dolores Corbella, catedrática de Filología Románica de la Universidad de La Laguna, y también ha contado con la participación de Pilar García, profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; y el periodista y escritor Juan José Téllez.
El español en la frontera con Portugal o Brasil
También este jueves, un panel celebrado en el edificio ECCO ha puesto de manifiesto la influencia del portugués y el español. El profesor emérito de la Universidad de la República (Uruguay) Adolfo Elizaincín, especializado en esta materia, ha presidido una mesa con la participación de Gabriel Magalhaes, escritor y autor del ensayo «Los españoles»; Antonio Sáez, profesor de Literatura española en la Universidad de Évora (Portugal); y Pedro Ferré, de la Universidad de Algarve, cuya intervención fue leída al no poder estar presente.
Las relaciones transfronterizas lingüísticas son rastreables desde los romances medievales, de norte a sur. De cara al futuro, la convivencia y la enseñanza de las lenguas ibéricas son los retos que han sido analizados. El español está en auge en la enseñanza reglada portuguesa: de 35 alumnos en 1991 se ha pasado a 90.000 en 2018. “Portugal y España no han estado casi nunca de espaldas en materia cultural”, ha resumido Sáez.
El África hispanohablante
Por su parte, la mesa «La afrodescendencia en relación con la lengua y la cultura hispánica» ha estado presidida por el máximo representante de la Academia de Guinea Ecuatorial, Agustín Nze Nfumu. “Los niños en Guinea Ecuatorial hablan español, antes que otras lenguas nativas, y en las calles inventan su propio español, aunque sin olvidar la raíz principal”, ha explicado el también ex ministro.
El panel ha estado coordinado por Isar P. Godreau, autora de numerosas publicaciones sobre el racismo en Puerto Rico. Además, contó con la participación de Anacleto Oló Mibuy, de la Academia Ecuatoguineana; Mario Portilla, especializado en lenguas indígenas centroamericanas; y la filóloga Gema Valdés, quien cuantificó en 352 los africanismos en el español de Cuba.
Romancero castellano y americano
El programa de la última jornada del Congreso ha celebrado el último panel perteneciente a la línea temática sobre «Viaje, tornaviaje y cultura literaria transatlántica» denominado «Romancero castellano, romancero americano» en el que la escritora Paloma Díaz-Mas, coordinadora de la mesa, ha introducido la temática y ha destacado la “vitalidad” de este género en Andalucía.
Los participantes del panel -presidido por el lingüista José Antonio Pascual- han desarrollado el tema desde distintos ángulos. La investigadora gaditana de literatura de tradición oral María, Jesús Ruiz Fernández, ha hablado del romancero de la baja Andalucía y el romancero de Cádiz incidiendo en el romancero gitano y la evolución de la zambomba de Arcos como elemento de trasmisión oral “frente a la estandarización de la zambomba de Jerez”.
El panel ha explorado otras variantes del género como las aportadas por el académico mexicano Alejandro Higashi y la investigadora argentina Gloria Beatriz Chicote, en cuya exposición ha repasado la evolución del romancero en América, su papel de puente cultural entre los dos hemisferios y su valor como nexo entre la literatura y la comunicación de masas a través de variantes contemporáneas como los corridos mexicanos.
El español como vehículo para las lenguas originarias
Por otra parte, el investigador colombiano Juan Manuel Espinosa Restrepo, doctor en romanística por Cornell University, ha presidido el panel «La lengua española como vehículo para el conocimiento de lenguas originarias». Patricia Stambuk,periodista de la Universidad de Chile, escritora y vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua, ha ejercido de coordinadora y ha destacado el “valor irrepetible” de cada cultura y cada lenguas, muchas desaparecidas actualmente. Stambuk se ha centrado en las culturas de Isla de Pascua y Patagonia.
Han completado las intervenciones Ladislaa Alcaraz de Silvero, de la Academia de la Lengua Guaraní del Paraguay; Luis Enrique López Hurtado-Quiroz, sociolingüista y educador peruano especializado en bilingüismo; y el profesor ecuatoriano Ángel Ramírez, miembro de la Comisión Gestora de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi. “Quienes amamos el castellano debemos colaborar para que no se pierdan otras lenguas, porque son la raíz de nuestra América”, ha concluido Patricia Stambuk.