El IX Congreso Internacional de la Lengua analiza el origen intercultural y los retos de futuro del español de ambas orillas
Los ponentes Martín Caparrós, Alonso Cueto, Ángel López García y Juan Villoro dialogan sobre la variedad de la comunidad hispanohablante
El escritor argentino Martín Caparrós propone buscar alternativas al término “español” para la lengua de Hispanoamérica
Cádiz, 28 de marzo de 2023. El mestizaje no solo está en el origen del español como lengua común, sino que lo precede. Esta ha sido una de las conclusiones de la sesión plenaria «El español, lengua común. Mestizaje e interculturalidad en la comunidad hispanohablante», que se ha celebrado esta mañana en el marco del IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en Cádiz.
“En el caso de la conquista americana primero fueron el mestizaje y la interculturalidad, la Malinche y la tortilla de patatas, y luego el español como lengua común”, ha destacado la escritora y académica Carme Riera, que ha presidido y moderado la sesión en la que han participado los escritores y expertos Martín Caparrós, Alonso Cueto, Ángel López García-Molins y Juan Villoro.
Riera ha recordado que “España no impuso la lengua de Castilla en América hasta el siglo XVIII” y que fue “a partir de la independencia de las naciones americanas cuando el castellano se convierte en hegemónico”. La autora, Premio Nacional de Narrativa (1995) y Premio de las Letras Españolas (2015), ha considerado que las cuestiones de mestizaje e interculturalidad asociadas al español son “temas interesantes, complejos y a menudo controvertidos que hay que abordar con conocimiento de causa, delicadeza y sensibilidad”.
El escritor argentino Martín Caparrós se ha preguntado “si la lengua común que nos comunica y ‘comuniza’ es realmente el español”. Autor de los ensayos «El hambre» y «Ñamérica», entre otros, y premio de periodismo Rey de España y Ortega y Gasset, ha señalado el componente “peliagudo y peligroso” del español en cuanto identidad e idioma.
Caparrós ha abogado por abordar un nuevo término para definir la lengua que hablan más de 420 millones de habitantes de América. “En un mundo donde se reivindican identidades menores, no parece que las ex colonias se interesen por dar un nombre propio a la lengua que hablan. Quizás llegó la hora de empezar a pensar un nombre para esa lengua que no sea el del reino que la impuso”. En ese sentido, el escritor argentino ha propuesto “ñamericano”.
El español, frente al inglés y los emoticonos
El peruano Alonso Cueto, autor de novelas, cuentos y ensayos literarios, se ha centrado en los retos de futuro del español como lengua mestiza y en relación al inglés. Para Cueto, “la idea de la pureza o inviolabilidad del idioma es inútil y anacrónica; defender el español de la invasión del inglés es tan absurdo como haberlo defendido del árabe en su día”. Los hispanohablantes, ha dicho, “seremos siempre orgullosamente impuros, mestizos y abiertos al mundo”.
En cambio, el ganador del Premio Herralde de 2005 por «La hora azul», se ha mostrado crítico con la simplificación del lenguaje. Las nuevas tecnologías, la popularización del uso de chats y emoticonos y los medios de comunicación han hecho que se hayan perdido “matices, sutilezas y significados”. “Nuestra tarea no es defender la pureza, sino la riqueza”, ha añadido.
Por su parte, el catedrático emérito de la Universitat de Vàlencia, Ángel López García-Molins, ha incidido en que “en el caso del español, el mestizaje viene antes y la interculturalidad después”. A diferencia de otros casos, el español “no facilitó el mestizaje, sino que fueron los mestizos quienes lo adoptaron para hacer más llevadera su vida”. Así, ha recordado López García-Molins, la corona de España no implantó desde la metrópoli el español en los Virreinatos mientras que en aquéllos se favoreció el uso de las lenguas indígenas. Fueron criollos e indígenas quienes la adoptaron “para progresar en los negocios y la administración”.
López García-Molins ha tratado el tema de la lengua y el mestizaje en «El rumor de los desarraigados» (XIII premio Anagrama) y en «El sueño hispano ante la encrucijada del racismo contemporáneo» (VIII Premio Constitución). Ha valorado que el español es un idioma que cuenta con la curiosidad de “haber sido promovida siempre por los mezclados. Surgió por los mestizos y no para los mestizos”. En ese sentido, este experto cree que el español no debe seguir una vía “jacobina” como la de Francia ni “agregativa” como sucede en Suiza. “Queremos la lengua de la comunidad en la pluralidad”, ha concluido.
Finalmente, Juan Villoro, escritor y periodista mexicano, ganador del Premio Herralde en 2004 por «El testigo», ha destacado que “todo idioma puede ser un recurso de dominio o liberación”. En línea con Caparrós, considera que “referirnos al español o la lengua castellana es en cierto modo un arcaísmo, hablamos un idioma hispanoamericano”.
Villoro, que ha glosado “la aventura de la inclusión”, ha dado importancia a la creatividad en la ficción para el enriquecimiento de la lengua y ha lamentado la pérdida de lenguas originarias: “Antes de la independencia de México, más del 60% de los habitantes dominaba una lengua vernácula, hoy sólo el 6,6 %. La destrucción de ese patrimonio ha sido obra del México independiente”.